ANTIDIABETICOS

 

INSULINA

 

El islote de Langerhans (en el páncreas) está compuesto de cuatro tipos de células, cada una de las cuales sintetiza y secreta una hormona polipeptídica distinta: insulina en la célula β (B), glucagón en la célula a (A), somatostatina en la célula δ (D) y polipéptido pancreático en la célula PP o F.

 

Las arteriolas entran en los islotes y se ramifican hacia la masa capilar parecida a glomérulo en el centro de las células β. A continuación, los capilares pasan al anillo del islote y presentan coalescencia hacia vénulas recolectoras. La sangre fl uye en el islote desde las células β hacia las α y δ. De este modo, la célula β es el detector primario de glucosa para el islote, y los otros tipos de células probablemente quedan expuestas a concentraciones en particular altas de insulina.

 

Como se mencionó, la insulina se sintetiza como un precursor de la preproinsulina. Esta secuencia señal se requiere para la relación y penetración de la preproinsulina naciente en la luz del retículo endoplásmico rugoso; se desdobla con rapidez, y a continuación se transporta la proinsulina en vesículas pequeñas hacia el complejo de Golgi, donde se tapona en gránulos secretores junto con la

enzima o las enzimas que se encargan de su conversión en insulina. De este modo, se liberan hacia la circulación volúmenes equimolares de péptido C e insulina.

 

Regulación de la secreción de insulina

 

La secreción de insulina es un proceso regulado de manera estrecha, diseñado para proporcionar concentraciones estables de glucosa en la sangre tanto en ayuno como en la alimentación. Esta regulación se logra por medio de la interrelación coordinada de diversos nutrimentos, hormonas gastrointestinales, hormonas pancreáticas y neurotransmisores del sistema nervioso autónomo.

 

La glucosa, los aminoácidos, los ácidos grasos y los cuerpos cetónicos favorecen la secreción de insulina. Los islotes de Langerhans poseen una abundante inervación por nervios tanto adrenérgicos como colinérgicos. La estimulación de receptores adrenérgicos a2 inhibe la secreción de insulina, en tanto los agonistas de los receptores adrenérgicos β 2 y la estimulación del nervio vago aumentan la liberación.

En general, cualquier circunstancia que activa al sistema nervioso autónomo, como hipoxia, hipoglucemia, ejercicio, hipotermia, intervención quirúrgica o quemaduras graves, suprime la secreción de insulina mediante estimulación de los receptores adrenérgicos a2.  Es predecible que los antagonistas de estos últimos receptores aumenten las cifras plasmáticas basales de insulina, y que los antagonistas de los receptores adrenérgicos β 2 las disminuyan.

 

El calcio intracelular actúa como secretagogo de insulina y también tiene la misma acción en la secreción de muchos productos vesiculares. Casi todos los nutrimentos y las hormonas que estimulan la secreción de insulina también aumentan la biosíntesis de la hormona. Aun cuando hay correlación estrecha entre los dos procesos, algunos factores influyen sobre una vía, pero no sobre la otra. Por ejemplo, la disminución de las concentraciones extracelulares de Ca2+ bloquea la secreción de insulina sin influir sobre la biosíntesis.

 

Distribución y desintegración de insulina

 

Después de ingerir una comida, hay aumento rápido de la concentración de insulina en la sangre portal, seguida por un incremento paralelo, pero más pequeño en la circulación periférica. Un objetivo de la terapéutica con insulina es imitar este modelo, pero esto es difícil lograrlo con inyecciones por vía subcutánea. La semivida de la insulina en plasma es de unos 5 a 6 min en sujetos normales y en pacientes con diabetes no complicada.

 

La insulina se desintegra principalmente en hígado, riñones y músculo (Duckworth, 1988). Alrededor de 50% de la que llega al hígado por medio de la vena porta se destruye y nunca llega a la circulación general. Se filtra en los glomérulos renales, y se resorbe en los túbulos, lo que también la desintegra. El deterioro grave de la función renal parece afectar más la velocidad de desaparición de la insulina circulante que la hepatopatía. La desintegración de la insulina en hígado opera cerca de su capacidad máxima y no puede compensar la desintegración renal disminuida de la hormona. Los tejidos periféricos como la grasa también inactivan a la insulina, pero esto posee menor importancia desde el punto de vista cuantitativo.

 

Regulación del transporte de glucosa: La estimulación del transporte de glucosa hacia tejidos muscular y adiposo es un componente crucial de la respuesta fisiológica a la insulina. La glucosa entra a las células por difusión facilitada mediante uno de una familia de transportadores de glucosa.

 

Receptor de insulina

 

 La insulina inicia sus efectos por medio de unión a un receptor de superficie celular. Esos receptores se encuentran en casi todas las células de mamíferos, incluso no sólo los objetivos clásicos para la acción de la insulina (hígado, músculo y grasa), sino también objetivos

no clásicos como las células sanguíneas circulantes, las cerebrales y las gonadales. El número de receptores varía desde apenas 40 por célula en los eritrocitos, hasta 300 000 por célula en los adipocitos y hepatocitos.

 

El receptor de insulina es una glucoproteína transmembranal grande compuesta de dos subunidades a y dos subunidades β. las subunidades están unidas por medio de enlaces disulfuro. Las subunidades a son del todo extracelulares y contienen el dominio de unión a insulina en tanto las subunidades β son proteínas transmembranales que poseen actividad de cinasa de proteína tirosina. Después que se une la insulina, los receptores se agregan y se internalizan con rapidez. Después de la internalización, el receptor se puede desintegrar o reciclar de regreso a la superficie celular.

 

Diabetes mellitus y los efectos fisiológicos de la insulina

 

La diabetes mellitus (DM) está compuesta de un grupo de síndromes que se caracterizan por hiperglucemia; alteración del metabolismo de lípidos, carbohidratos y proteínas, y un mayor peligro de complicaciones por vasculopatía. Casi todos los enfermos se clasifican sobre bases clínicas, en los tipos 1y 2 de diabetes mellitus.

 

Varias organizaciones médicas han planteado criterios para el diagnóstico de la diabetes. Los criterios de la American Diabetes Association (ADA) incluye síntomas de diabetes (como poliuria, polidipsia y pérdida ponderal no explicada) y los siguientes valores:

 

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Diferencias entre diabetes tipo 1 y tipo 2

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Tratamiento con insulina

 

La insulina es la piedra angular de la terapéutica de la mayoría de los enfermos con diabetes tipo 1, y de muchos con diabetes tipo 2. Cuando se requiere, la insulina puede administrarse por vía intravenosa o intramuscular; de cualquier modo, el tratamiento a largo plazo se fundamenta de modo predominante en la inyección de la hormona por vía subcutánea. La administración de insulina por vía subcutánea difiere de su secreción fisiológica, al menos en dos aspectos principales: la cinética no reproduce el aumento y declinación rápidos normales de la secreción de insulina en respuesta a la ingestión de nutrimentos, y la insulina se difunde hacia la circulación periférica en lugar de liberarse hacia la circulación portal; de este modo, se elimina el efecto directo de la insulina secretoria sobre los procesos metabólicos hepáticos. Sin embargo, cuando ese tipo de terapéutica se lleva a cabo con sumo cuidado, se logran resultados satisfactorios considerables.

 

Las preparaciones de insulina se clasifican de acuerdo con la duración de su acción: corta, intermedia y prolongada, y según la especie de origen: humana o porcina. La insulina humana (HUMULIN, NOVOLIN) se encuentra ampliamente disponible como resultado de su producción por medio de técnicas de DNA recombinante. La insulina porcina difiere de la humana por un aminoácido (alanina en lugar de treonina). En los últimos 10 años la insulina humana se ha tornado el producto estándar para usar en la terapia, y en Estados Unidos ya no se distribuyen los preparados de insulina de bovinos.

 

Las propiedades fi sicoquímicas de las insulinas humana y porcina difi eren debido a sus secuencias de aminoácidos distintas. La insulina humana, producida por medio del uso de tecnología de DNA recombinante, es más soluble que la insulina porcina en soluciones acuosas debido a la presencia de treonina (en lugar de alanina) con su grupo hidroxilo adicional. En la actualidad, todas las preparaciones se surten a pH neutro, lo cual mejora la estabilidad y permite el almacenamiento durante varios días a la vez a temperatura

ambiental.

 

Definición de unidades. Para propósitos terapéuticos, las dosis de insulina y las concentraciones de la misma se expresan en unidades (U). El estándar internacional actual es una mezcla de insulinas bovina y porcina y contiene 24 U/mg. Las preparaciones homogéneas de insulina humana contienen 25 a 30 U/mg. Casi todas las preparaciones comerciales de insulina se surten en solución o suspensión a concentración de 100 U/ml, lo que equivale a alrededor de 3.6 mg/ml de insulina (0.6 mM). La insulina también está disponible en una solución más concentrada (500 U/ml) para individuos resistentes a la hormona.

 

Clasificación de las insulinas

Acción Corta

 

CRISTALINA REGULAR: Las insulinas de acción corta o rápida son soluciones de insulina de zinc cristalina regular (insulina para inyección) disueltas por lo general en un amortiguador a pH neutro. Esas preparaciones poseen el inicio de acción más rápido, pero la duración más breve (cuadro 60-3). La insulina de acción corta (p. ej., regular o soluble) por lo general debe inyectarse 30 a 45 min antes de las comidas.

 

La insulina regular también puede aplicarse por vía intravenosa o intramuscular. Después de inyección por vía intravenosa, hay disminución rápida de la glucemia, que suele alcanzar una cifra más baja en 20 a 30 min. En ausencia de suministro sostenido de insulina, la hormona se elimina con rapidez y las hormonas contrarreguladoras (glucagon, adrenalina, noradrenalina, cortisol y hormona del crecimiento) restituyen la glucosa plasmática hasta la basal en 2 a 3 h. En ausencia de una respuesta contrarreguladora normal (p. ej., en diabéticos con neuropatía del sistema nervioso autónomo) la glucosa plasmática permanecerá suprimida durante muchas horas después de una dosis de insulina de 0.15 U/kg por vía intravenosa rápida, porque los efectos celulares de la insulina se prolongan mucho después de su depuración del plasma.

 

Los usos de insulina por vía intravenosa son útiles en pacientes con cetoacidosis o cuando los requerimientos de esta sustancia pueden cambiar con rapidez, como durante el perioperatorio, el trabajo de parto y el parto, y en situaciones de cuidado intensivo. Cuando las condiciones metabólicas son estables, la insulina regular casi siempre se administra por vía subcutánea en combinación con una preparación de acción intermedia o prolongada. La insulina de acción corta es la única forma de la hormona que puede usarse en bombas de administración subcutánea. Para este último propósito se han fabricado presentaciones amortiguadas especiales de insulina regular; tienen menos probabilidades de cristalizarse en los tubos durante el suministro lento relacionado con este tipo de tratamiento. Los monómeros de insulina nativa están asociados en la forma de hexámeros en los preparados insulínicos de que se dispone; tales hexámeros lentifi can la absorción y disminuyen los “picos” o incrementos repentinos posprandiales de la hormona aplicada por vía subcutánea.

 

Estos rasgos farmacocinéticos estimularon la obtención de análogos de insulina de acción breve que conservan una configuración monomérica o dimérica. Se han estudiado diversos compuestos y se dispone para uso en humanos de dos: insulinas lispro (HUMALOG) y aspart (NOVOLOG).

Estos análogos se absorben con rapidez tres veces mayor que la insulina humana desde sitios subcutáneos. En consecuencia, hay aumento más rápido de las concentraciones plasmáticas de la hormona y una respuesta hipoglucemiante más temprana. La inyección de los análogos 15 min antes de una comida proporciona control similar de la glucemia al que se obtiene con una inyección de insulina humana administrada 30 min antes de la comida.

 

LISPRO: El primer análogo de acción breve disponible en el comercio fue la insulina humana lispro. Al igual que la insulina regular, la lispro existe como un hexámero en las presentaciones disponibles en el comercio. Al contrario de la variante regular, la lispro se disocia hacia monómeros de manera casi instantánea después de la inyección. Esta propiedad da por resultado la absorción rápida y duración de acción más breve características en comparación con la insulina regular. Han surgido dos ventajas terapéuticas con la lispro en comparación con la regular. En primer lugar, la prevalencia de hipoglucemia se reduce a 20 a 30% con la lispro; en segundo lugar, el control de la glucosa, según se valora mediante la hemoglobina A1c, muestra mejoría modesta pero signifi cativa (0.3 a 0.5%) con la lispro en comparación con la regular.

 

ASPART: La insulina aspart se forma mediante el reemplazo de la prolina en B28 con ácido aspártico. Esto reduce la autorrelación que se observa con la lispro. Al igual que la insulina lispro, la aspart se disocia con rapidez hacia monómeros después de la inyección. La comparación de una sola dosis subcutánea de insulinas aspart y lispro en un grupo de personas con diabetes tipo 1 indicó perfi les de insulina plasmática similares.  En investigaciones en seres humanos las dos formas de insulina mencionada ejercen efectos similares en el control de la glucosa y la frecuencia de hipoglucemia, y se detectan índices menores de hipoglucemia nocturna en comparación con lo observado con la insulina simple.

 

GLULISINA: Se ha aprobado para uso en personas un tercer análogo insulínico de acción rápida llamado insulina glulisina. Tal como se observa con otros dos análogos de acción rápida, ello disminuye la “autoasociación” y la disociación rápida en monómeros activos. El perfil de la insulina

glulisina respecto a tiempo/acción es semejante a los de las insulinas aspart y lispro. A semejanza de la forma aspart, en Estados Unidos la Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado el uso de glulisina para goteo subcutáneo continuo de la hormona (continuous subcutaneous insulin infusion, CSII) por medio de bomba. Dado su comienzo rápido de acción, es posible inyectar los análogos insulínicos de acción rápida inmediatamente antes o después de una comida, y ello puede representar grandes ventajas clínicas.

 

Acción Intermedia

 

Están formuladas de modo que se disuelvan de manera más gradual cuando se proporcionan por vía subcutánea; así, la duración de acción es más prolongada. Las dos preparaciones que se utilizan con mayor frecuencia son:

·         NPH: la insulina Hagedorn de protamina neutra (neutral protamine Hagedorn, NPH) (suspensión de insulina isófana). La insulina NPH es una suspensión de insulina en un complejo con zinc y protamina en un amortiguador fosfato.

·         LENTA: La insulina lenta (suspensión de zinc de insulina). La insulina NPH es una suspensión de insulina en un complejo con zinc y protamina en un amortiguador fosfato. La insulina lenta es una mezcla de insulinas cristalizada (ultralenta) y amorfa (semilenta) en un amortiguador acetato, lo que minimiza la solubilidad de la insulina.

 

Las propiedades farmacocinéticas de las insulinas de acción intermedia humanas tienen inicio de acción más rápido y duración de acción más breve que las porcinas. Tal discrepancia puede crear un problema con la cronología óptima para la terapéutica vespertina; las preparaciones de insulina humana que se toman antes de la comida quizá no generen una duración de acción sufi ciente para prevenir hiperglucemia por la mañana. Cabe resaltar que no hay pruebas de que la insulina lenta o la NPH tenga acciones farmacodinámicas diferentes cuando se utiliza en combinación con insulina regular (soluble) en un régimen de dosificación de dos veces al día.

 

Las insulinas de acción intermedia regularmente se administran una vez al día antes del desayuno, o dos veces al día. En pacientes con diabetes tipo 2, la insulina de acción intermedia aplicada al acostarse puede ayudar a normalizar la glucemia en ayuno. Cuando la insulina lenta se combina con la regular, parte de esta última forma un complejo con la protamina o el Zn2_ después de varias horas, y esto puede hacer lenta la absorción de la insulina de acción rápida. La insulina NPH no retrasa el efecto de la insulina regular cuando el paciente las mezcla de manera vigorosa, o cuando están disponibles en el comercio como una combinación.

 

Acción Prolongada

 

Poseen inicio de acción muy lento, así como un máximo de acción prolongado y relativamente “plano”. Estas insulinas se han recomendado para proporcionar una concentración basal baja de insulina durante todo el día.

 

ULTRALENTA: La semivida prolongada de la insulina ultralenta dificulta determinar la dosificación óptima, puesto que se requieren varios días de tratamiento antes que se alcance una concentración de estado estable de insulina circulante. Las dosis utilizadas una o dos veces al día se ajustan según la glucemia en ayuno.

 

ZINC + PROTAMINA: La insulina de zinc y protamina rara vez se usa en la actualidad debido a su evolución de acción muy impredecible y prolongada, y ya no está disponible en Estados Unidos.

 

Las limitaciones farmacocinéticas de la insulina ultralenta han impulsado los intentos para contar con un análogo de insulina cuya acción no muestre un incremento (pico) significativo. Se ha dirigido considerable investigación a la creación de un producto de ese tipo.

 

GLARGINA: La insulina glargina (LANTUS) es el primer análogo de la insulina humana, de acción prolongada, que se aprobó para uso clínico en Estados Unidos y Europa. La glargina es una solución transparente con un pH de 4.0. Este pH estabiliza el hexámero de insulina y suscita absorción prolongada y previsible a partir de tejidos subcutáneos. Debido al pH ácido de la insulina glargina, no puede mezclarse con las preparaciones de insulina de acción breve disponibles en la actualidad

(insulina regular, aspart o lispro) que están formuladas a un pH neutro. En estudios en humanos la insulina glargina origina hipoglucemia con menor frecuencia, tiene un perfil de absorción sostenido “con una menor cantidad de picos o incrementos” y permite una protección mejor durante 24 h con insulina una vez al día, que la hormona ultralenta o la de tipo NPH. La glargina se puede administrar en cualquier momento del día, su eficacia es equivalente y no muestra diferencia en la frecuencia de episodios hipoglucémicos. Al parecer no se acumula después de varias inyecciones. Hay que destacar que el uso de la sola insulina basal de larga acción no controlará las elevaciones de glucosa posprandiales en la diabetes tipo 1 o tipo 2 con deficiencia de insulina.

 

Indicaciones y objetivos del tratamiento

 

La administración de insulina por vía subcutánea (regularmente se inyecta en los tejidos subcutáneos de abdomen, nalgas, parte anterior del muslo o porción dorsal del brazo) es la terapéutica primaria para todo paciente con diabetes tipo 1, para individuos con diabetes tipo 2 que no se controlan de manera adecuada por medio de dieta, o hipoglucemiantes orales, o ambos, y para personas con diabetes pospancreatectomía o diabetes gestacional.

Además, la insulina es crítica en el tratamiento de la cetoacidosis diabética y posee importancia en la terapéutica del coma hiperglucémico no cetósico, así como en la terapéutica perioperatoria de enfermos tanto con diabetes tipo 1 como con tipo 2. El tratamiento óptimo exige un método coordinado con dieta, ejercicio, administración de insulina.

 

El objetivo es que la concentración de glucosa en sangre con el sujeto en ayunas esté entre 90 y 120 mg/100 ml (5 a 6.7 mM) y una cifraposprandial a las 2 h, menor de 150 mg/100 ml (8.3 mM).

 

Requerimientos diarios. La secreción basal es de alrededor de 0.5 a 1 U/h; después de una carga de glucosa por vía oral, la secreción de insulina puede aumentar a 6 U/h. En individuos no diabéticos, obesos, con resistencia a la insulina, la secreción de esta última puede estar aumentada cuatro veces o más. En una población mixta de pacientes con diabetes tipo 1, la dosis promedio de insulina regularmente es de 0.6 a 0.7 U/kg de peso corporal/día, con límites de 0.2 a 1 U/kg/día. Los obesos por lo general requieren más (alrededor de 2 U/kg/día) debido a resistencia de los tejidos periféricos a la insulina.

 

Regímenes de insulina con múltiples dosis, de uso frecuente en DM1. A, Régimen “mixto dividido” típico, que consta de inyecciones dos veces al día de una mezcla de insulina regular (regular, lispro o aspart) y de acción intermedia (NPH o lenta). B, Una variación en la cual la dosis vespertina de insulina de acción intermedia se retrasa hasta la hora de acostarse, para aumentar la cantidad de insulina disponible la mañana siguiente. C, Régimen que incorpora una ultralenta o insulina glargina. D, Una variación que incluye insulina de acción breve antes de las comidas con insulina de acción intermedia en el momento del desayuno y al acostarse. E, Tipos de aplicación de insulina con un régimen de administración continua y lenta por vía subcutánea.

 

Administración continua de insulina por vía subcutánea. (continuous subcutaneous insulin infusion, CSII).

El tratamiento con CSII o “bomba” (una alternativa en lugar de varias inyecciones diarias) no es idóneo para todos los pacientes, puesto que demanda considerable atención, en especial durante las fases iniciales de la terapéutica.

Casi todas las bombas modernas proporcionan una administración basal constante de insulina, y tienen la opción de velocidades de administración diferentes durante el día y la noche para ayudar a evitar el fenómeno del amanecer (Súbito incremento de los niveles de glucosa en la sangre en la madrugada (entre las 4 a.m. y las 8 a.m.). Se observa, a veces, en las personas con DM tipo 2 y, rara vez, en la DM tipo 1), así como de inyecciones por vía intravenosa rápida programadas según el tamaño de una comida y la naturaleza de la misma.

Dicha bomba plantea algunos problemas singulares.

Dado que toda la insulina que se utiliza es de acción corta es posible que se presente con rapidez deficiencia de insulina y cetoacidosis con cifras altas de potasio cuando el tratamiento se interrumpe de manera accidental, pueden sobrevenir problemas mecánicos como falla de la bomba, desprendimiento de la aguja, agregación de insulina en el catéter de administración, o acortamiento accidental del catéter de suministro, abscesos y celulitis subcutáneos.

Reacciones adversas

Hipoglucemia: RAM más frecuente a la insulina. Puede depender de una dosis inapropiadamente grande, desproporción entre el tiempo de liberación máxima y la ingestión de alimentos, o de otros factores que incrementan la sensibilidad a la insulina (insuficiencia suprarrenal, insuficiencia hipofisaria) o que aumentan la captación de glucosa independiente de insulina (ejercicio).

Los episodios de hipoglucemia son más frecuentes cuando se hacen intentos más vigorosos por lograr euglucemia.

Los síntomas de hipoglucemia se notan por vez primera a una cifra plasmática de glucosa de 60 a 80 mg/100 ml (3.3 a 4.4 mM), ocurren primero sudación, hambre, parestesias, palpitaciones, temblor y ansiedad, principalmente originados en el sistema nervioso autónomo y luego síntomas neuroglucopénicos: dificultades para concentrarse, la confusión, debilidad, somnolencia, sensación de calor, desvanecimiento, visión borrosa y pérdida del conocimiento. Los enfermos con DM tipo 1 se hacen dependientes de la adrenalina para la contrarregulación, la falta tanto de glucagon como de adrenalina puede conducir a hipoglucemia prolongada, en particular nocturna.

Es posible que la hipoglucemia grave genere crisis convulsivas, coma, neuropatía del sistema nervioso autónomo, y varios síndromes relacionados de contrarregulación defectuosa contribuyen a la incidencia aumentada de hipoglucemia grave en diabéticos tipo 1: falta de percepción de la hipoglucemia, alteración de los umbrales para la liberación de hormonas contrarreguladoras y secreción deficiente de las mismas

Alergia y resistencia a la insulina: estas reacciones vienen como resultado de respuestas a las pequeñas cantidades de insulina agregada o desnaturalizada en todas las preparaciones, a contaminantes menores, o debido a sensibilidad a uno de los componentes que se agregan a la insulina en su presentación (protamina, Zn2+, fenol y otros).

Las manifestaciones alérgicas más frecuentes son reacciones cutáneas locales mediadas por IgE, en raras ocasiones reacciones sistémicas que ponen en peligro la vida o resistencia a la insulina debido a anticuerpos IgG

Si aparecen reacciones alérgicas a insulina porcina, se utilizará insulina humana. Cuando persiste la alergia, se intenta la desensibilización;

Lipoatrofia y lipohipertrofia: La atrofia de la grasa subcutánea en el sitio de la inyección de insulina (lipoatrofia) tal vez constituye una variedad de una reacción inmunitaria a la insulina, en tanto la lipohipertrofia (aumento de los depósitos de grasa subcutánea) se ha atribuido al efecto lipógeno de las concentraciones altas locales de insulina, y son poco frecuentes con las preparaciones más purificadas. Aun así, la hipertrofia es común con la administración de insulinas humanas si los individuos se inyectan a sí mismos repetidas veces en el mismo sitio. Esos problemas pueden causar absorción irregular de insulina.

Edema por insulina: En muchos diabéticos con hiperglucemia o cetoacidosis grave que se controla con insulina aparece algún grado de edema, meteorismo y visión borrosa. Esto se relaciona con aumento de peso de 0.5 a 2.5 kg, empeorado por enfermedad cardíaca o renal.

Tratamiento con insulina de cetoacidosis y otras situaciones especiales

En la mayoría de los pacientes con cetoacidosis, la glucemia disminuirá hacia casi 10%/h; y se corrige con mayor lentitud. Tal vez sea necesario proporcionar glucosa con insulina para evitar hipoglucemia, pero permitiendo la depuración de todas las cetonas.

Los individuos en coma hiperglucémico no cetósico suelen ser más sensibles a la insulina que aquellos con cetoacidosis. La administración de líquidos y electrólitos es una parte integral del tratamiento en ambas situaciones, puesto que siempre hay un déficit importante.

Independientemente del régimen exacto de insulina que se utilice, la clave para que la terapéutica sea eficaz es la vigilancia cuidadosa y frecuente del estado clínico del enfermo, así como de la glucosa y los electrólitos.

La administración de insulina por vía intravenosa también es idónea para tratar pacientes con diabetes durante el perioperatorio y el parto, sin embargo, hay debates acerca de la vía óptima para proporcionar insulina en el transcurso de intervención quirúrgica. Si bien algunos médicos recomiendan la vía subcutánea, en la actualidad más especialistas sugieren la administración por vía intravenosa lenta. Ambos métodos generan concentraciones plasmáticas estables de glucosa, líquidos y electrólitos durante el operatorio y posoperatorio. A pesar de esas recomendaciones, muchos médicos utilizan 50% de la dosis diaria normal de insulina como insulina de acción intermedia por vía subcutánea en la mañana antes de una operación, y después administran dextrosa al 5% por vía intravenosa lenta durante la intervención quirúrgica para conservar las cifras de glucosa.

Interacciones farmacológicas y metabolismo de la glucosa

Hipoglucemia: los fármacos inductores de estados de hipoglucemia más frecuentes son los que dependen del etanol, antagonistas de los receptores adrenérgicos β , y salicilatos. El efecto primario del etanol es la inhibición de la gluconeogénesis. Este efecto no es una reacción idiosincrásica, sino que se observa en todos los individuos. En diabéticos, los antagonistas de los receptores adrenérgicos β plantean riesgo de hipoglucemia debido a su capacidad para bloquear las acciones de las catecolaminas sobre la gluconeogénesis y la glucogenólisis. Esos compuestos también pueden enmascarar los síntomas mediados por el sistema nervioso simpático, relacionados con la disminución de la glucemia (p. ej., temblor y palpitaciones). Por otro lado, los salicilatos ejercen su efecto hipoglucemiante al aumentar la sensibilidad de las células β pancreáticas a la glucosa y potenciar la secreción de insulina. Esos fármacos también poseen un efecto débil insulinoide en la periferia.

La pentamidina, medicamento contra protozoarios que en la actualidad se utiliza con frecuencia para tratar infecciones por Pneumocystis carinii, al parecer puede originar tanto hipoglucemia como hiperglucemia.

Hiperglucemia: numerosos medicamentos puede originar hiperglucemia en sujetos normales o perturbar el control metabólico en diabéticos. Muchos de los agentes en cuestión ejercen efectos directos en tejidos periféricos, que antagonizan las acciones de la insulina; ejemplos de ello serían adrenalina, glucocorticoides, antipsicóticos atípicos como clozapina y olanzapina, y antirretrovírales fuertemente activos contra la infección por VIH-1 (en particular los inhibidores de proteasa).

Otros fármacos originan hiperglucemia al inhibir directamente la secreción de insulina (como fenilhidantoína, clonidina y bloqueadores de conductos del calcio) o de manera indirecta a través de la disminución de potasio (diuréticos). Es importante conocer tales interacciones y modifi car los regímenes terapéuticos para los diabéticos.

Trasplante: Son métodos interesantes para la restitución de insulina. El trasplante pancreático segmentario se ha utilizado con buenos resultados en varios cientos de enfermos, pero, la intervención quirúrgica es compleja desde el punto de vista técnico y regularmente sólo se considera en sujetos con enfermedad avanzada y complicaciones.

Los beneficios mejor documentados se han observado en personas que también necesitan un riñón en trasplante para tratar la nefropatía diabética.

Secretagogos de insulina e hipoglucemiantes orales

Moduladores de los conductos de KATP:

Sulfonilureas

Aspectos químicos. Todos los miembros de esta clase de fármacos son arilsulfonilureas sustituidas. Difieren en sus sustituciones en la posición para en el anillo de benceno y un ácido de nitrógeno en el radical urea. Las sulfonilureas se dividen en dos grupos o generaciones de fármacos. La primera generación de sulfonilureas (tolbutamida, tolazamida y clorpropamida) rara vez se utilizan en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Las sulfonilureas hipoglucemiantes de segunda generación, que son más potentes, incluyen glibenclamida, glipizida y glimepirida. Algunas se encuentran disponibles en formas de liberación prolongada (glipizida) o micronizada (glibenclamida).

Mecanismo de acción. Las sulfonilureas estimulan la liberación de insulina al unirse a un sitio específico en el complejo que conductos de KATP en la célula β (receptor de sulfonilureas, SUR) e inhiben su actividad. La inhibición del conducto de KATP causa despolarización de la membrana celular y una serie de eventos que conducen a la secreción de insulina. La administración aguda de sulfonilureas en pacientes con diabetes tipo 2 incrementa la liberación de insulina del páncreas.

Las sulfonilureas también pueden reducir la eliminación hepática de insulina, con lo que se incrementa aún más la concentración plasmática de esta hormona. En los meses iniciales de tratamiento con sulfonilureas, las concentraciones de insulina plasmática en ayuno y las respuestas de la hormona a la exposición a  glucosa oral están incrementadas. Con la administración crónica, disminuyen las concentraciones circulantes de insulina a las que existían antes del tratamiento, pero a pesar de esta reducción en tales concentraciones, se mantienen las concentraciones de glucosa plasmática reducidas. No hay una explicación clara para este fenómeno, pero puede estar relacionado con el hecho de que la hiperglucemia crónica por sí misma afecta la secreción de insulina (toxicidad por glucosa) y con la corrección inicial de la glucosa plasmática circulante, la insulina tiene un mejor funcionamiento en los tejidos efectores.

 La ausencia de efectos estimuladores agudos de las sulfonilureas en la secreción de insulina durante el tratamiento crónico se atribuye a regulación descendente de los receptores de superficie celular para las sulfonilureas en la célula β del páncreas. Si se interrumpe el tratamiento crónico con sulfonilureas, se restablece la respuesta de las células β del páncreas a la administración aguda.

Absorción, distribución y eliminación. Las tasas de absorción de diferentes sulfonilureas varían, y todas se absorben de manera eficaz en el tubo digestivo. Sin embargo, los alimentos y la hiperglucemia pueden reducir la absorción. Las sulfonilureas en plasma están unidas principalmente a proteínas (90 a 99%), en especial a la albúmina; la unión a proteínas plasmáticas es mayor para gliben-clamida. Los volúmenes de distribución de la mayor parte de las sulfonilureas son de casi 0.2 L/kg. Aunque su semivida es más corta (3 a 5 h), los efectos hipoglucemiantes son evidentes por 12 a 24 h y a menudo pueden administrarse una vez al día. La razón para la discrepancia entre las semividas y duración de la acción no está clara. El hígado metaboliza todas las sulfonilureas y los metabolitos se eliminan en la orina. Así, las sulfonilureas deben administrarse con precaución en pacientes con insuficiencia hepática o renal.

Efectos secundarios e interacciones. Como es de esperarse, las sulfonilureas pueden causar hipoglucemia, que podría llegar al coma. Esta es una preocupación en particular en individuos de edad avanzada con alteración de la función hepática o renal y que toman sulfonilureas de acción prolongada (una de las principales razones por las que hoy en día se utilizan con menor frecuencia los fármacos de primera generación). Por la semivida larga de algunas sulfonilureas, podría ser necesario vigilar a las personas de edad avanzada con hipoglucemia por 24 a 48 h con soluciones intravenosas continuas con glucosa en un ámbito hospitalario. Es común el incremento de 1 a 3 kg de peso, un efecto secundario de mejor control glucémico que con el tratamiento con sulfonilureas.

 Efectos secundarios menos frecuentes incluyen náusea y vómito, ictericia colestásica, agranulocitosis, anemia aplásica y hemolítica, reacciones de hipersensibilidad generalizada y reacciones dermatológicas. Rara vez, los pacientes tratados con estos fármacos desarrollan eritema inducido por alcohol, similar al causado por disulfiram o bien pueden causar hiponatriemia. Un tema de gran debate desde hace mucho tiempo se ha centrado en saber si el tratamiento con sulfonilureas se asocia con aumento de la mortalidad por causas cardiovasculares. Esto probablemente refleje la expresión del receptor de sulfonilureas en las células de músculo liso vascular y en los miocitos cardiacos, donde la activación de las sulfonilureas evita los efectos beneficiosos del reacondicionamiento isquémico.

La glibenclamida (pero no la glimepirida) interactúa con el receptor de sulfonilureas en estos sitios no relacionados con los islotes del páncreas y puede relacionarse con aumento en el riesgo cardiovascular. Sin embargo, un estudio clínico reciente con glibenclamida, metformina y rosiglitazona encontró una mortalidad de causas cardiovasculares ligeramente menor en individuos tratados con glibenclamida. El efecto hipoglucemiante entre las sulfonilureas puede incrementarse por varios mecanismos (disminución del metabolismo hepático o de la excreción renal, desplazamiento de los sitios de fijación a proteínas). Por ejemplo, algunos fármacos (sulfonamidas, clofibrato y salicilatos) desplazan las sulfonilureas de los sitios de fijación a proteínas, con lo que incrementan transitoriamente la concentración del fármaco libre.

El etanol puede incrementarla acción de las sulfonilureas y causar hipoglucemia.  Además, la hipoglucemia puede ser más  frecuente  en  pacientes  que  toman sulfonilureas y alguno de estos fármacos: andrógenos, anticoagulantes, antimicóticos azólicos, cloranfenicol, fenfluramina, fluconazol, gemfibrozilo, antagonistas H2 de la histamina, sales de magnesio, metildopa, inhibidores de la monoaminooxidasa (MAOI), probenecid, sulfinpirazona, sulfonamidas,  antidepresivos tricíclicos y acidificadores urinarios. Otros fármacos pueden reducir el efecto hipoglucemiante de las sulfonilureas al incrementar el metabolismo hepático, aumentar la excreción renal o inhibir la secreción de insulina (antagonistas de los conductos de Ca2+, bloqueadores β, colestiramina, diazóxido, estrógenos, hidantoinatos, isoniazida, ácido nicotínico, fenotiazinas, rifampicina, simpaticomiméticos, diuréticos tiacídicos y alcalinizantes urinarios).

Fármacos

-Clorpropramida:

·         Nombre comercial: DABINESE

·         Composición: Clorpropamida 250 mg/tableta.

·         Presentación: Tabletas: Caja con 30.

·         Dosificación: 500 mg/día.

-Glimepirida:

·         Nombre comercial: DIMAVYL, GLIPEVAL, GLUCAPS, GLYBANDYL.

·         Composición: Glimepirida 2 y 4 mg/comprimido.

·         Presentación: Comprimidos: Envase con 15 de 2 mg y de 4 mg.

·         Dosificación: Adultos: Inicial: 1 mg/día (con el desayuno). Mantenimiento: 1 a 4 mg/día. Dosis Max: 8 mg/día.

-Glipizida:

·         Nombre comercial: MINIDIAB

·         Composición: Glipizida 5 mg.

·         Presentación: Comprimidos: Estuche con 30 de 5 mg.

·         Dosificación: Iniciar el tratamiento con un comprimido de MINIDIAB (glipizida) de 5 mg, una vez al día antes de una comida o una merienda, ajustando la dosificación de acuerdo a los niveles de glicemia. Las dosis mayores a 15 mg deben ser divididas. Dosis máxima: Dosis única de 30 mg, divididas en dos dosis al día a pacientes de largo-plazo. Ancianos y pacientes con riesgo de hipoglicemia, pacientes con insuficiencia renal o hepática, desnutridos o con una ingesta calórica irregular: Iniciar con 2,5 mg.

-Glibenclamida:

·         Nombre comercial: GLIBENIL, GLIBENCLAMIDA.

·         Composición:Glibenclamida 5 mg/tab.

·         Presentación: Tabletas: Estuche con 30 de 5 mg.

·         Dosificación: 2,5 - 5 mg/día en 1 toma, ajustando la dosis, 2,5 mg/semana, hasta el control de la enfermedad o hasta que llegue la dosis a 20 mg.

-Tolbutamida (no se encuentra en Venezuela):

·         Nombre comercial: TOLBUTAMIDA

·         Composición: tolbutamida 500mg

·         Presentación: Tabletas

·         Dosificación: 1 a 2 g al día, puede disminuirse o aumentar según la respuesta del paciente, es importante su administración junto con los alimentos de preferencia antes de cada alimento. No se recomiendan dosis mayores de 3 g.

Usos  terapéuticos.  Las  sulfonilureas  se  utilizan  para  el tratamiento  de  la hiperglucemia en la diabetes  tipo  2.  Entre 50  y  80%  de  los  pacientes  elegidos  de manera  apropiada responden a esta clase  de  fármacos.  Todos  los miembros de la clase parecen tener la  misma  eficacia.  Un número significativo  de pacientes  que  responde inicialmente,  más tarde deja de  responder a las sulfonilureas y desarrolla  una  hiperglucemia inaceptable (falla  secundaria). Esto puede ocurrir como consecuencia de cambio en el  metabolismo del fármaco o, con mayor probabilidad, por la progresión de la insuficiencia de las células β.

Fármacos que disminuyen la resistencia a la insulina

A)      Biguanidas:

Son derivados biguanídicos de los que el único actualmente aceptado es la metformina

·         Indicaciones:

Diabetes miellitus tipo 2

·         Mecanismo de acción:

La metformina es un antihiperglucemiante, no un hipoglucemiante. No causa liberación de insulina a partir del páncreas, ni produce hipoglucemia, incluso ni a dosis grandes. La metformina no posee acciones importantes sobre la secreción de glucagon, cortisol, hormona del crecimiento o somatostatina.

 

La metformina disminuye las concentraciones de glucosa de manera primaria al aminorar la producción hepática de glucosa y aumentar la acción de la insulina en el músculo y la grasa. A nivel molecular, las acciones mencionadas son mediadas (cuando menos en parte) por la activación de la proteincinasa activada por AMP celular (AMP cinasa) Hay controversias respecto al mecanismo mediante el cual la metformina reduce la producción hepática de glucosa, pero la mayor parte de los datos indica un efecto sobre reducción de la gluconeogénesis. La metformina también puede disminuir la glucosa plasmática al reducir la absorción de la glucosa desde el intestino, pero no se ha demostrado que este efecto tenga importancia clínica.

 

Como consecuencia de su actividad metabólica, aumentan los niveles de lactato y piruvato; a largo plazo, disminuyen los niveles de colesterol y triglicéridos, lo que puede ser útil en diabéticos con valores aumentados de VLDL.

 

·         Farmacocinetica

La metformina se absorbe bien por vía oral; no se fija a las proteínas plasmáticas y no sufre biotransformación, eliminándose casi por completo por orina en forma activa (el 90 % de una dosis oral en 12 horas). Su semivida de eliminación plasmática es de 2-4 horas, por lo que debe administrarse 2-3 veces al día.

 

·         Contraindicaciones:

 

Insuficiencia renal, insuficiencia, cardíaca, enfermedad hepática, alcoholismo o en mujeres embarazadas; es decir, situaciones en las que la anoxia tisular o la alteración del metabolismo celular favorece la producción de lactato. No se debe usar, por lo tanto, en estos enfermos y en situaciones en las que pueda haber acumulación de lactato (cetoacidosis diabética, insuficiencia pulmonar, alcoholismo, ayuno, dietas reductoras de peso y shock)

 

·         Precauciones

El clínico prestará atención a la interrupción del tratamiento con metformina si el nivel de lactato plasmático excede de 3 mM o si ha disminuido la función de riñones o hígado. También es prudente interrumpir su uso si el individuo experimentará ayuno duradero o se someterá a una dieta con muy pocas calorías. El infarto del miocardio o la septicemia obligan a interrumpir inmediatamente su consumo.

 

·         Reacciones adversas

Los efectos adversos agudos de la metformina, que ocurren en hasta 20% de los pacientes, incluyen diarrea, molestias abdominales, náuseas, sabor metálico y anorexia. En general, éstos se minimizan al incrementar lentamente la dosificación y tomar el fármaco con las comidas.

Durante tratamiento prolongado, a menudo hay disminución de la absorción intestinal de vitamina B12 y folato. Los complementos de calcio revierten el efecto de la metformina sobre la absorción de la vitamina B12. Disminuye las cifras de hemoglobina A1c aproximadamente 2%, efecto similar al que poseen algunas sulfonilureas. Hay un consenso amplio de que la disminución del nivel de hemoglobina A1c por cualquier fármaco (insulina o agentes orales) disminuye la frecuencia de complicaciones microvasculares. Sin embargo, la metformina ha sido el único agente terapéutico que ha disminuido con certeza los trastornos macrovasculares en la diabetes mellitus de tipo 2). Se le puede administrar en forma combinada con sulfonilureas, tiazolidinedionas, insulina o ambas.

No estimula el incremento ponderal y puede aminorar 15 a 20% el nivel de triglicéridos plasmáticos.

Disminuye ligeramente el peso corporal.

·         Presentaciones:


·         Metformina

500mg Tab.

 

·         Diaformina:

500mg, 1g Comp recubiertos

850mg Comp LP

 

·         Glafornil

500mg, 850mg Tab

 

·         Glucofage XR

500mg Tab LR

 

·         Metfil

500mg, 850mg Tab recub

 

·         Metfor

1g Tab LP

 

·         Metormin

500mg, 850mg Comp

 

·         Quexel

850mg Tab recub.

Posología:

500mg a 1000mg 2 a 3 veces al dia, dosis máxima 2.500 mg/día. Comenzar con 500mg/dia y ajustar la dosis de acuerdo a la respuesta.

 

·         Presentaciones combinadas:

 

·         Amaryl M

2mg glimepirida/1000mg metformina clorhidrato comp recub

2mg glimepirida/1000mg metformina clorhidrato comp recub

 

 

·         Biofit, Bi-euglucon M

Glimepirida 2,5mg/metformina 500mg Comp

Glimepirida 5mg/metformina 500mg Comp

 

·         Diaformina PLUS

Glibenclamida 2,5mg/ metformina 500mg Comp recub

Glibenclamida 5mg/ metformina 500mg Comp recub

 

·         Glucenorm

Glibenclamida 5mg/ metformina 500mg Comp recub

 

 

·         Glucofage

 

Glibenclamida 1,5mg/ metformina 250mg Comp recub

Glibenclamida 2,5mg/ metformina 500mg Comp recub

Glibenclamida 5mg/ metformina 500mg Comp recub

Glibenclamida 5mg/ metformina 1000mg Comp recub

 

·         Sulfomet

Glibenclamida 2,5mg/ metformina 500mg Comp recub

 

·         Janumet

Sitagliptina 50mg/ metformina 1000mg Comp recub

Posologia:

 

1 comp 2 o 3 v/dia. Comenzar con dosis más baja en base a respuesta.


 

 

 

B)      Tiazolidinedionas

 

Son una nueva clase de fármacos hipoglucemiantes que se caracterizan por sensibilizar o incrementar la acción de la insulina sin que aumente su secreción, por lo que son útiles en situaciones en que se desarrolla resistencia a la insulina.

 

·         Indicaciones

 

Están indicadas particularmente en pacientes con DM de tipo 2, en pacientes con insulino-resistencia o en pacientes que están mal controlados con otras formas de terapia. Se emplea en forma de monoterapia o en asociación con insulina.

 

·         Mecanismo de acción:

Las tiazolidinedionas son agonistas selectivos para el receptor gamma activado por proliferador de peroxisomas (PPARγ ) nuclear. Estos fármacos se unen al PPARγ que, a su vez, activa a genes que tienen capacidad de respuesta a la insulina y que regulan el metabolismo de carbohidratos y lípidos. La acción de las tiazolidinedionas exige la presencia de insulina. Estos medicamentos ejercen sus principales efectos al disminuir la resistencia a la insulina en tejidos periféricos, pero también pueden aminorar la producción de glucosa en el hígado. Las tiazolidinedionas aumentan el transporte de glucosa hacia el tejido muscular y adiposo al incrementar la síntesis de formas específicas de las proteínas transportadoras de glucosa, y la translocación de las mismas.

 

Las tiazolidinedionas también pueden activar genes que regulan el metabolismo de ácidos grasos libres en tejidos periféricos. El músculo es el principal tejido sensible a la insulina, pero en él (fibra estriada) prácticamente no se observa el PPARγ ; ello ha desencadenado dudas sobre la forma en que las tiazolidinedionas disminuyen la resistencia de tejidos periféricos a la insulina. Una sugerencia es que la activación de PPARγ en tejido adiposo aminora la penetración de ácidos grasos en el músculo, con lo cual disminuye la resistencia a la insulina. Otros planteamientos incluyen activación de hormonas adipocíticas, adipocinas, o ambos componentes, de las cuales la más promisoria es la adiponectina.

 

Esta última se acompaña de incremento de la sensibilidad a la insulina y según señalamientos, incrementa la sensibilidad a dicha hormona al elevar los niveles de cinasa de AMP, que estimula el transporte de glucosa al interior del músculo e intensifi ca la oxidación de ácidos grasos.  Las acciones de la metformina y las tiazolidinedionas al parecer convergen en la cinasa de AMP, razón por la cual se le ha considerado como una “candidata” atractiva para usarse como fármaco.

 

·         Farmacocinetica

 

La troglitazona se absorbe bien por vía oral con un tmáx de 2-3 horas. Se une a la albúmina plasmática en el 99% y se elimina principalmente por metabolización en sulfoconjugados, ácido glucurónico y quinonas. La semivida de eliminación es de 16-34 horas y no es afectada por la insuficiencia renal.

 

·         Reacciones adversas

 

ü  Hepatotoxicidad varios meses después de comenzar el tratamiento

ü  Anemia

ü  Incremento ponderal

ü  Edema (si se administra con insulina aumenta la probabilidad)

ü  Expansión del volumen plasmático

ü  Retención de líquidos

 

 

·         Contraindicaciones

 

ü  Es importante no administrar fármacos de esta categoría a toda persona que en ocasiones anteriores durante la administración de ellos presentó signos de toxicidad en el hígado (incluso anormalidades en las pruebas de función hepática).

ü  Insuficiencia cardiaca

 

·         Presentaciones:

 


PIOGLITAZONA

·         Actos, Diavista, Pioglit

15mg, 30mg Tab

 

·         Actos MET

15mg íoglitazida/ 500 y 850mg metformina

 

 

·         Posologia: 15 a 30mg/dia


 

Inhibidores de la glucosilasa

 

·         Indicaciones: Diabetes miellitus tipo 2

 

Mecanismo de acción:

 

Compite con los oligosacáridos en su unión a varias a-glucosidasas (el grupo N le confiere mayor afinidad), siendo el orden de potencia inhibitoria: glucoamilasa > sacarasa > maltasa > isomaltasa. Inhibe también la a-amilasa pancreática. Esta acción inhibidora enlentece la digestión de disacáridos y carbohidratos más complejos, por lo que la elevación posprandial de la glucemia es menor y más tardía. En personas no diabéticas reduce los niveles posprandiales de glucosa, insulina y triglicéridos. En pacientes con DM de tipo 2, que suelen carecer de la primera fase secretora de insulina y sufren un retraso en la segunda fase, disminuye la hiperglucemia posprandial alrededor del 20 %, siendo menos constante la reducción de insulina y triglicéridos.

 Disminuye también la HbA1c. Puede utilizarse conjuntamente con sulfonilureas, metformina o insulina. Puesto que llega mayor cantidad de carbohidratos al colon, existe mayor producción colónica de ácidos grasos de cadena corta (acetato, butirato y propionato), pudiendo aumentar sus niveles plasmáticos; por lo demás, no modifica los niveles plasmáticos

 

·         Farmacocinetica:

 

La acarbosa apenas se absorbe en el intestino (< 2 %), pero es metabolizada por las enzimas digestivas y sus metabolitos son absorbidos y eliminados por el riñón y por las heces.

 

·         Reacciones adversas:

 

Las reacciones adversas mas frecuentes son de carácter gastrointestinal en forma de flatulencia, distensión abdominal, diarrea y borborigmos, provocadas por la fermentación de los carbohidratos no absorbidos. Estos síntomas suelen mejorar al avanzar el tratamiento, por lo que se recomienda empezar con dosis bajas y reducir la ingesta de disacáridos. Por sí misma no parece que produzca hipoglucemia, pero puede aparecer cuando se asocia a sulfonilureas o insulina; en tal caso debe administrarse lógicamente glucosa porque los azúcares más complejos no serían absorbidos. Cerca del 4 % de los pacientes pueden mostrar elevación de transaminasas hepáticas, por lo que debe evitarse en caso de insuficiencia hepática, así como en presencia de resección intestinal o enfermedad inflamatoria intestinal.

 

·         Presentaciones:

 

ü  Glucobay

50mg, 100mg Tab

 

·         Posologia:

Dosis inicial 50 mg 3v/dia aumentar luego de 4-8 semanas. Dmax 300mg/dia.

Ingierase tab inmediatamente antes de la comida

 

Pramlintidina(symlin): es un medicamento inyectable para la gente con diabetes tipo 1 y tipo 2 que ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre después de comer.

La pramlintida se parece a la hormona amilina, que se libera normalmente junto con la insulina desde el páncreas. En la diabetes tipo 2, pueden reducirse los niveles de amilina.

Alguna gente tiene ciertos efectos colaterales (tales como naúseas, vómitos y azúcar baja en sangre) cuando empieza a tomar pramlintida, por lo tanto la dosis inicial es pequeña para permitir que el cuerpo se ajuste a este nuevo medicamento.

En resumen, la pramlintida baja el glucagón durante una comida, desacelera el vaciado de la comida desde el estómago y controla el apetito.

 

Mecanismo de acción. El péptido amiloide de los islotes(amilina) es un péptido de 37 aminoácidos producido en las células β del páncreas y se secreta junto con la insulina. Se ha desarrollado una forma sintética de amilina con varias modificaciones de aminoácidos para mejorar la biodisponibilidad, denominada pramlintida, como fármaco para el tratamiento de la diabetes (Hoogwerf et al., 2008). Al parecer media sus acciones a través de la unión específica a los receptores de amilina en regiones específicas del rombencéfalo. La activación del receptor de amilina causa reducción en la liberación de glucagon, retraso del vaciamiento gástrico y saciedad.

Absorción, distribución, metabolismo, excreción y dosificación.

La pramlintida se administra como inyección subcutánea antes de los alimentos. No se une ampliamente a las proteínas plasmáticas y tiene una semivida de 50 min. El metabolismo y eliminación es principalmente a través del riñón. Las dosis en pacientes con diabetes tipo 1 inicia con 15 μg y se ajustan al alza hasta dosis máximas de 60 μg; en la diabetes tipo 2, la dosis inicial es de 60 μg hasta un máximo de 120 μg. Por las diferencias en el pH de la solución, la pramlintida no debe administrarse en la misma jeringa que la insulina.

Efectos secundarios e interacciones farmacológicas. Los efectos secundarios más comunes vinculados al tratamiento con pramlintida son náusea e hipoglucemia. La pramlintida no reduce por sí misma las cifras de glucosa, pero la adición de insulina junto con los alimentos parece incrementar las tasas de hipoglucemia, que en ocasiones son graves. Las recomendaciones actuales indican que se reduzca la dosis de insulina con los alimentos en 30 a 50% al momento de iniciar la administración de pramlintida y que después la dosis se ajuste al alza. Por sus efectos en la motilidad gastrointestinal, la pramlintida está contraindicada en pacientes con gastroparesia o con otros trastornos de la motilidad. La pramlintida puede retrasar el vaciamiento gástrico y por tanto debe utilizarse con precaución cuando se combina con otros compuestos que afectan la motilidad del tubo digestivo. Además, puede alterarse la farmacocinética de medicamentos que requieren de absorción

rápida en el tubo digestivo. La pramlintida está clasificada en la categoría C para el embarazo. Puede utilizarse en personas con enfermedad renal moderada (depuración de creatinina >20 ml/min).

Usos terapéuticos.

 La pramlintida se ha probado para el tratamiento de la diabetes tipos 1 y 2 y como tratamiento auxiliar en pacientes que toman insulina con los alimentos. En estudios clínicos en individuos con diabetes tipo 2, la pramlintida reduce las concentraciones de HbA1C en 0.5%, disminuye las necesidades de insulina y produce reducción de peso de 1.0 a 2.5 kg en tres a seis meses. Los resultados en estudios con individuos con diabetes tipo 1 fueron similares, con reducciones de HbA1C de 0.3-0.5%, pérdida de peso de 1 a 2 kg y disminución de las dosis de insulina. Se está valorando el uso de pramlintida como fármaco para la pérdida de peso en individuos no diabéticos.

El glucagón

 Es una hormona sintetizada por las células alfa 2 de los islotes pancreáticos de Langerhans y actúa aumentendo los niveles de la glucosa en sangre. El glucagón se descubrió en 1923, menos de 2 años después del descubrimiento de la insulina. El glucagón se utiliza en el tratamiento de emergencia de hipoglucemia grave en los pacientes con diabetes mellitus. Otros usos para el glucagón son como una ayuda de diagnóstico en el examen radiográfico del tracto gastrointestinal y, posiblemente, como un estimulante cardíaco para bloquear los efectos de las sobredosis de los beta-adrenérgicos. El primer producto comercial de glucagón era una proteína de origen animal extraída del páncreas de res y de cerdo y aprobado por la FDA en 1960. El producto de origen animal ya no está disponible debido al desarrollo de productos recombinantes.

Mecanismo de acción: la administración exógena de glucagón produce los mismos efectos farmacológicos que el glucagón endógeno. Estos efectos incluyen el aumento de la glucosa en sangre, la relajación del músculo liso del tracto GI, y un efecto inotrópico y cronotrópico positivo sobre el corazón. El aumento de la glucosa en la sangre es secundario a la estimulación de la glucogenólisis. En el tejido hepático y adiposo, el glucagón aumenta la producción de la adenilato ciclasa, que cataliza la conversión de ATP a AMPc. El AMP cíclico a continuación, inicia una serie de reacciones enzimáticas que incluyen la activación de la fosforilasa, que promueve la degradación del glucógeno en glucosa. Como resultado, los niveles de glucosa en sangre aumentan a los pocos minutos de la administración de glucagón. El grado en que el glucagón aumenta la glucosa en sangre es dependiente de las reservas de glucógeno del hígado y de la presencia de fosforilasas. El aumento de la glucosa en la sangre no es tan grande en pacientes con diabetes mellitus tipo I en comparación con las personas con diabetes mellitus tipo II. El mecanismo exacto por el cual el glucagón ejerce sus efectos sobre GI músculo liso y músculo cardíaco es desconocido.

Farmacocinética: al igual que con otros polipéptidos, glucagón, debe administrarse por vía parenteral para evitar la degradación rápida y completa en el tracto digestivo. El tiempo para la máxima actividad hiperglucémica es dependiente de la vía de administración. Las concentraciones máximas de glucosa se producen 5-20 minutos después de la dosificación intravenosa, 30 minutos después de la dosificación por vía intramuscular, y 30-45 minutos después de la dosificación subcutánea. Las concentraciones de glucosa en la sangre vuelven a los niveles normales o hipoglucemiantes plazo de 1-2 horas.

El inicio y duración de los efectos sobre el músculo liso GI dependen de la dosis y la vía de administración. El inicio de los efectos sobre el músculo liso GI tiene lugar dentro de 1 minuto después de la administración intravenosa y a los 4-7 minutos o 8-10 minutos siguientes a dosis de 1 mg o 2 mg, respectivamente, por vía intramuscular. La duración de los efectos de músculo liso GI tras la administración intravenosa o intramuscular varían entre 9-25 minutos y 12-32 minutos, respectivamente.

El metabolismo de glucagón no se ha definido claramente, pero es ampliamente degradado por el hígado y los riñones. La vida media plasmática de glucagón es de aproximadamente 3-10 minutos. La semivida aparente es de 45 minutos después de la inyección IM y probablemente refleja la absorción prolongada desde el sitio de inyección.

INDICACIONES Y POSOLOGIA:

  • Tratamiento de emergencia de la hipoglucemia de pacientes con diabetes mellitus: Adultos y niños que pesen > 25 kg): 1 mg (1 UI) administrada IM, IV o SC.
  • Niños que pesen < 25 kg) o menos de 6-8 años de edad: La dosis recomendada en este grupo es de 0,5 mg (0,5 IU) IM/IV/ SC o, alternativamente, 0,02-0,03 mg/kg (UI/kg) IM, IV o SC.

NOTA: Debido a los efectos adversos graves asociados con la hipoglucemia cerebral prolongada y en función de la profundidad y la duración del coma hipoglucémico, puede ser necesaria la administración de dextrosa IV. La ayuda de emergencia debe ser buscada si el paciente no responde dentro de los 15 minutos después de la inyección SC o IM de glucagón. La inyección de glucagón puede repetirse mientras se espera la asistencia de emergencia. Si el paciente no responde al tratamiento con glucagón debe administrarse dextrosa intravenosa. Es necesario dar carbohidratos suplementarios tan pronto como sea posible para prevenir la hipoglucemia secundaria y para reponer las reservas de glucógeno, especialmente a los niños y adolescentes.

Tratamiento de la toxicidad de un beta-bloqueante, o para el tratamiento adyuvante de la toxicidad por verapamilo:

  • Adultos: Inicialmente, 3.5-5 mg (o 50 a 150 mg/kg) en bolo IV. Esta dosis se puede repetir, si es necesario. Puede ser necesaria una infusión continua de 1-5 mg/hora IV para mantener los efectos inotrópicos y cronotrópicos del glucagón. No existe una dosis terapéutica máxima definida. Se han utilizado dosis en bolo acumulativas de hasta 30 mg y las infusiones de 2-10 mg / hora se han continuado durante hasta 26 horas

No están disponibles directrices específicas para los ajustes de dosis en insuficiencia renal aunque parece que es necesario realizar ajustes de dosis.

CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES

El glucagón está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad conocida al glucagón, lactosa o cualquier otro constituyente de la formulación

El l glucagón está contraindicado en pacientes con feocromocitoma debido a que puede estimular la liberación de catecolaminas por el tumor. Si el paciente desarrolla un aumento dramático en la presión arterial, de 5 a 10 mg de mesilato de fentolamina han demostrado ser eficaces en la reducción de la presión arterial.

El glucagon debe administrarse con precaución a pacientes con sospecha de insulinoma o glucagonoma. En pacientes con insulinoma, la administración intravenosa de glucagón puede producir un aumento inicial de glucosa en la sangre; sin embargo, la administración de glucagón puede, directa o indirectamente (a través de un aumento inicial de la glucosa en la sangre) estimular la liberación exagerada de insulina desde un insulinoma. Si el paciente desarrolla los síntomas de una hipoglucemia después de una dosis de glucagón se debe dar la glucosa por vía oral o por vía intravenosa.

Pueden ocurrir reacciones alérgicas incluyendo una erupción generalizada, y en algunos casos shock anafiláctico con dificultades respiratorias e hipotensión. Las reacciones anafilácticas en general se han producido en asociación con un examen endoscópico en el que los pacientes a menudo reciben otros agentes, incluyendo medios de contraste y anestésicos locales. Los pacientes deben recibir un tratamiento estándar para la anafilaxia incluyendo una inyección de epinefrina si se encuentran con dificultades respiratorias después de la inyección de glucagón.

El glucagón debe utilizarse con precaución en pacientes con condiciones tales como el ayuno prolongado, inanición, insuficiencia suprarrenal o hipoglucemia crónica porque estas condiciones resultan en bajos niveles de glucosa liberable en el hígado y una inadecuada reducción de hipoglucemia por el tratamiento con glucagón.

Debe tenerse precaución cuando glucagón se utiliza como coadyuvante en los procedimientos endoscópicos o radiográficos.

INTERACCIONES:

La fenitoína ejerce complejos efectos sobre las hormonas que controlan la glucosa en sangre. La fenitoína parece inhibir las acciones estimulantes del glucagón en la liberación de insulina. Cuando se utiliza el glucagón como una prueba de diagnóstico para un insulinoma, la fenitoína debe suspenderse varios días antes para evitar una prueba falsa negativa.

Los beta-bloqueantes pueden inhibir las acciones hiperglucémicas del glucagón, ya sea al interferir directamente con la estimulación por el glucagón de la gluconeogénesis hepática o indirectamente mediante la inhibición de la estimulación de catecolaminas. Además, el glucagón tiene propiedades inotrópicas positivas y puede ser una alternativa útil para el tratamiento la insuficiencia cardíaca inducida por un beta-bloqueante i que no responde a los beta-agonistas. Los médicos deben ser conscientes de estas acciones farmacológicas opuests del glucagón y los bloqueantes beta.

REACCIONES ADVERSAS

Las reacciones adversas son mínimas durante el uso de glucagón. La reacción adversa más frecuente es la náusea/vómitos, que depende de la dosis. Las dosis de 2 mg producen una mayor incidencia de náuseas y vómitos que dosis más bajas. Las náuseas y los vómitos también pueden ser causados por la hipoglucemia, y no por el fármaco.

Han ocurrido reacciones alérgicas generalizadas, incluyendo urticaria, mareos y vértigos en pacientes tratados con glucagón. No se conoce la incidencia exacta de tales reacciones. Las reacciones anafilactoides, incluyendo dificultad respiratoria o hipotensión, parecen ser poco frecuentes.

Debido a que el glucagón es un estimulante cardíaco, teóricamente puede causar dolor en el pecho en pacientes con angina de pecho. La incidencia real de esta reacción no se conoce, pero parece ser rara.

PRESENTACIONES

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